viernes, 28 de octubre de 2011

Descubrí el nido










Hace varios días que no las veía.
Ni buscando comida, ni encontrando ramitas.
Pero ayer me encontré de nuevo con mis palomas compañeras, con las que muchas veces he hablado y nos hemos entendido.
Entre el follaje tupido del gran árbol y en medio de sus ramas grises me pareció ver a una en el nido.
Ya me pasó una vez, viendo dentro de una gota de agua...ahhh Masaru Emoto cómo te entiendo!
Pero ver en la espesura...y ver a una paloma gris sentada en algo...entendí que ya habían terminado su nido.
Ayer de tarde hubo viento fuerte. El árbol se mecía no demasiado dulcemente y allí, la paloma sin chistar, como atada....está empollando!
No he visto al palomo. Ella no sale del nido y creo que el palomo le lleva la comida. Pero sigue allí.
Hoy salí varias veces para mirarla.
Y sé que ella vio lo que yo hacía.
Pero sigue allí, sin levantarse de su nido...dando el mismo calor que cualquier madre.
Algunas lo llevan adentro y otras por afuera pero ya he visto, el amor es el mismo.
No sé si veré a los pichones pero con seguridad estoy muy atenta.
Y seguiremos nuestra amistad sin palabras.
Las dos siendo lo mismo, una creación más de nuestro Creador.
Creo que voy a encontrar un nombre para esta paloma.
Al menos, intentaré buscarlo.

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