(los ángeles que siempre están y que
insistimos en no ver)
Éllos,
pequeñitos, o no tanto,
rondando, vigilantes, compañeros.
Éllos,
los amigos de la infancia,
que tantas veces vimos,
amigos cotideanos, eternos conocidos.
Siempre nos cobijaron en sus alas,
siempre nos susurraron el destino.
Luego, nos crecimos
Son tan pocas las veces que los vemos,
tan pocas las que los sentimos!
Fieles, siempre juntos,
acompañan.
Si escuchamos, atentos, los oímos
si permitimos y abrimos nuestra alma,
siempre están,
atentos, vigilantes, compañeros,
encadenados muy fuerte a nuestra mano,
cumpliendo su trabajo en nuestra hora.
No dejar solos a los humanos.
Llevarlos, bien seguros, a su nido.
Nuestros amigos
No hay comentarios:
Publicar un comentario