Nunca te escribí una carta de amor.
Nunca te dije para que supieras, todo lo que eras,
todo lo que fuiste y mucho menos,
todo lo que seguirás siendo.
Y hoy,
es tan difícil expresar lo que
definitivamente quedó atrás.
Por aquel amor que nunca terminé de decirte
nunca y por siempre te diré cómo y cuánto te he querido.
Cómo tu presencia me colmaba.
Cómo tu abrazo me rendía.
Cómo ese, el tuyo, tu beso, me entregaba.
Esa, la que fue, era la vida que tuvimos,
que de tan corta se hizo escasa.
A pesar de todas las distancias,
de las que crea el camino,
y de las que aumenta la muerte,
serás siempre ese hombre que amé
y al que nunca le dije.
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