lunes, 7 de noviembre de 2011

SERÁ PORQUE LA PRIMAVERA ESTÁ INDECISA














Pero hoy, cuando llegué al trabajo, entre las ramas, que estrenan el verde veraniego del ciprés calvo....algo demasiado conocido aleteó.

Yo no podía creerlo. Pero allí estaba mi linda paloma. Y no es que sea mía.

Pero creo que estaba esperándome.

Pasé a su lado y la saludé.

Y en cada una de las veces que salí, allí estaba de nuevo ella, en su nido.

Ese que le vi hacer con tanto amor y que veía desde hace días abandonado.

El árbol está cruzando la calle y es muy frondoso. Así que para ver en su espesura debo mirar con mucha atención.

Pero cada vez que lo hice, desde su lugar, la paloma se movía como tranquilizándome...sí, estoy acá, volví.

Y me volvió lindo el día nublado.

Hoy también la paloma me enseñó.

Espero que mañana nos veamos. Sé que las dos lo necesitamos.

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