lunes, 3 de diciembre de 2012

MANUEL DE PAYSANDÚ




13 AÑOS – PARALISIS CEREBRAL
TELETON URUGUAY
30.11.12    - 01.12.12

Casi siempre digo que soy un ser privilegiado.
Y como casi siempre lo confirmo, hoy también lo he confirmado.
Desde la compresión uno ve estas terribles sesiones maratónicas de TELETON.
Y desde el dolor compartido, uno, anónimamente, comparte tantas historias de dolor, pero también de alegría infinita.

Eso me ha pasado hoy.
He visto y escuchado a este Manuel de mi País. Y después de superar la vergüenza por mis quejas cotidianas, he reconocido a un verdadero Ser de Luz, que sabe y más que nada, vino sabiendo, por qué motivo está en este plano que transitamos.

Claro, según la medicina él padece parálisis cerebral. Las consecuencias de la misma son variadas. Al estar afectados centros cerebrales todas las transmisiones no son completas. Se ven afectadas áreas diferentes. No se habla, no se camina, no se razona, no se puede mantener la estabilidad. No, no, no.....

Nuestro corazón es el motor primordial de nuestra vida, pero nuestro cerebro es el que se encarga de todo lo demás, y eso no es poco.

Este muchachito no camina y por ello está en una silla de ruedas.

Habla con poquísimas interferencias.

Pero sin caminar y con un mínimo tema al hablar, dice lo que muchos de nosotros no podríamos decir en muchas vidas.

Entonces,  la emoción de ver a un ser que te dice, coloquialmente, que ha venido a la vida con una misión, hace que el piso debajo de tus pies, se mueva.

Que cada día que enfrenta, si bien es un nuevo desafío, lo hace desde un lado en el que a muchos de nosotros se nos hace difícil transitar. Pero lo hace con una sabiduría tal que dejó a todos sin palabras y más que a todos con los sentimientos a flor de pìel.

Tan grande su sinceridad al manifestar la bronca que en algún momento le produjo su condición. Pero con seguridad ha transitado todos los caminos. Se ha enojado, ha aceptado y se ha entregado a su circunstancia. Pero no porque sí nomás. Ha razonado que así es su vida y que así debe salir adelante.

Ha estado muy bién acompañado, así vimos a sus padres y a su hermana pequeña.

Pero él es un verdadero titán que con seguridad no ha venido a aprender nada y sí a enseñarnos todo.

Viéndolo ha sido imposible no recordar a Camila.
Yo con su tía fuimos a reconocer a esa bebé que nació casi muerta y que padecía  parálisis cerebral teniendo apenas seis meses de gestación.

No sé si la mamá de Camila pueda ya ser madre. Lo que sí se claramente es que nunca tendrá a una niña tan bella y perfecta como ella lo fue. Tampoco sabré nunca qué hubiera sido de Camila si hubiera vivido. Ni tampoco sabré de la magnitud de su lesión cerebral.

Pero en la vida somos valientes, o cobardes.

Y yo soy menos que nadie para hablar de cobardía o de valentía.

Gracias a Dios tenemos la oportunidad de aprender día a día.

Hay quienes consideran que el aprendizaje ya se ha acabado y que ya saben todo lo que hay que saber.

Será porque yo tuve a la mejor maestra que se pudiera tener, pero sigo tratando de tener la cabeza y más que nada, el corazón abierto.

Y hoy Manuel me enseñó.

Y sería fantástico que tuviera un espacio en el cual pudiera comunicarse con la gente y que nosotros pudiéramos comunicarnos con él.

Voy a intentar ponerme en contacto con Manuel.

El tiene mucho para darnos porque ya vino sabio a la vida.

Mi sentimiento no es egoísta, no.... Es tener la posibilidad de compartir con alguien que sabe desde antes de nacer que venía a entregar amor, grande, desinteresado, incondicional.

Y en esta etapa del Mundo uno debe tener la humildad de querer seguir aprendiendo y más que nada seguir siendo humilde.

Manuel nos puede enseñar, así como aprendo cada día de Francisco o de María Eugenia, mis casi nietos, que tienen la misma impronta. Sólo que éllos,  y gracias a Dios siguen caminando como desde el momento en que nacieron.

Y todo es tan loco que no puedo menos que pensar en dónde está la parálisis cerebral de Manuel. 

En su cerebro, no. En su corazón, mucho menos.....

No será que somos nosotros los que la padecemos y que por ello no podemos reconocer al amor en estado puro?

No será que lo más fuerte que nos han legado nuestros padres, los valores, los vamos dejando perdidos en cualquier esquina?

No será que ha llegado el momento de, ponernos cara a la pared, y pensar un rato?



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